Debido a su relativo aislamiento geográfico, tanto la flora y fauna chilena como los ecosistemas que las contienen presentan, desde una perspectiva ecológica, no sólo un alto nivel de endemismo e interés científico, sino que también una alta susceptibilidad a verse afectados por invasiones de especies exóticas. La biodiversidad no está distribuida uniformemente a través de todo el país sino que está concentrada en áreas de condiciones medioambientales favorables. La heterogeneidad de tipos climáticos y vegetacionales que caracteriza nuestro país, también nos enfrenta al reto de establecer soluciones muy disímiles para enfrentar los problemas de conservación existentes.

De acuerdo con los últimos estudios en la diversidad de vertebrados, la fauna chilena está compuesta de 475 especies de aves (6% de la diversidad mundial), 182 mamíferos (22 de ellas corresponde a especies exóticas asilvestradas), 122 reptiles aproximadamente aunque esta cifra está en constante aumento, 61 anfibios (una de ellas exótica), y 44 peces de agua dulce. Según la Ley de Caza (SAG, 2012) acuerdo con estos estudios, 31% (252) de los 813 vertebrados chilenos tienen algún nivel de preocupación de conservación, con 50 especies clasificada como En Peligro de Extinción, 92 como Vulnerables, 53 como Raras, 2 de Estatus Desconocido, y 46 falta de información suficiente (Cei, 1962; Donoso Barros, 1966; Redford & Eisenberg, 1991; Jaksic, 1997; Jaramillo, 2005; Pincheira & Nuñez, 2005; Habit et al., 2006; Iriarte 2008; Rabanal & Nuñez, 2009; Reglamento Ley de Caza, 2012; Vidal & Labra 2008; Correa et al., 2011).

TABLA 1
Especies de la Vida Silvestre de vertebrados de Chile listados por categorías de conservación.

CATEGORIAMAMÍFEROSAVESANFIBIOS REPTILESPECES AGUA DULCETOTAL
En Peligro1714782268
Vulnerable13297221081
Rara1316952797
Inad. Conocido91898347
Fuera de Peligro0299525
Total especies1604756012244869
Total especies amenazadas 5277419042302
% especies amenazadas32.516.268.373.895.534.8
*Los  Estados de Conservación se basan en la Ley de Caza 2012 ya que cubre un mayor número de especies, mientras que para el grupo de peces de agua dulce se consultó el Reglamento de Clasificación de Especies.

El grupo taxonómicos de los peces de agua dulce es que presenta un mayor grado de amenaza y el menos estudiados (95,5% de amenaza). Debido a su gran movilidad, las aves chilenas son las menos amenazadas como grupo (16,2%).

La introducción a la vida silvestre exótica es también un problema de gran relevancia en Chile. Debido al aislamiento biogeográfico de Chile, las especies introducidas con frecuencia son altamente exitosas y afectan negativamente a las especies nativas. Como grupos, los peces de agua dulce y mamíferos son los más afectados por las especies exóticas. Sin embargo, aún falta por desarrollar más estudios sobre los efectos de estas invasiones en ecosistemas y especies nativas (Jaksic 1998, Iriarte 2008)

El mundo público, privado y la ciudadanía de Chile, cada vez han tomando más conciencia, de las implicancias sociales y económicas de la conservación de la biodiversidad y están reconociendo la importancia de invertir en la protección de los recursos naturales. Debido a su presente estabilidad política y económica, al relativo alto número de especialistas capacitados en ciencias ambientales, a la vasta superficie del territorio nacional que se encuentra dentro de áreas protegidas, y sus actuales leyes ambientales, Chile provee condiciones ideales para desarrollar experiencias exitosas en conservación, tanto a nivel nacional, como regional. La disponibilidad de recursos que pueden ser dedicados a los temas de conservación se ha incrementado en los últimos años en Chile y con ello se pueden crear numerosas oportunidades para tener un gran impacto en las políticas y actividades que beneficien la conservación de los recursos naturales en todo Chile y a nivel subregional (Argentina, Bolivia, Paraguay y Uruguay).

El Contexto Histórico

Desde el período colonial ha habido un constante deterioro del medio ambiente en Chile, el cual, entre otras cosas, ha resultado en cambios significativos en la distribución y abundancia de la vida silvestre. Numerosas especies están críticamente en peligro debido a la destrucción del hábitat y la persecución. Sin embargo, en los últimos años se han dado pasos importantes para ayudar a remediar esta situación, incluyendo la aprobación de nuevas leyes y regulaciones diseñadas para mejorar la protección y manejo de los recursos naturales.

Durante el siglo XIX hasta comienzos del siglo XX, Chile fue uno de los líderes en la exportación de pieles en el mundo. El comercio de especies, tales como; la chinchilla (Chinchilla lanigera), pieles de foca (Arctocephalus spp.), nutrias (Lontra felina y L. provocax), zorros (Lycalopex spp.), vicuñas (Vicugna vicugna), y guanacos (Lama guanicoe), alcanzaron el tope entre 1925–1929 (910.000 pieles), previo a la aprobación de la reglamentación legislativa para la industria en 1929. Actualmente, la exportación de pieles esta sólo permitida en animales criados en cautiverio y el de especies exóticas como conejos y liebres.

Las bases lógicas para proteger la biodiversidad chilena, son evidentes por sí solas y puede ser resumida por el gran número de especies carismáticas que están asociadas con el área, tales como; la vicuña, chinchilla, el cóndor andino, pudú, la araucaria, y el flamenco chileno. La biodiversidad está caracterizada por un gran número de grupos taxonómicos compuestos por especies singulares (mono específicas), numerosas especies endémicas que están adaptadas a algunos de los más extremos ecosistemas en el planeta. Aunque la mayoría de las especies chilenas tienen una afinidad con otras especies neo tropicales, un número significativo están relacionadas con especies encontradas en Australia, Nueva Zelandia, la sub-Antártica. En contraste con áreas tropicales que se caracterizan por un gran número de especies, muchas de las cuales están cercanamente relacionadas, las especies en Chile con frecuencia son miembros únicos de su Género, Familia, u Orden. Esto agrega una importancia especial a la diversidad chilena, debido a que la pérdida de una sola especie con frecuencia representaría la pérdida completa de un evolucionado linaje ancestral.

Durante las últimas décadas existía la creencia de que los altos niveles de biodiversidad estaban restringidos a las regiones ecuatoriales. Cada vez más, especialistas en conservación se están dando cuenta que es importante establecer iniciativas de conservación en las áreas templadas del mundo. Estudios recientes demuestran que dos de las áreas más diversas del mundo están en Chile: Los Andes Tropical y la Región Central de Chile, incluyendo el archipiélago de Juan Fernández (Conservación Internacional, 1999) y los desiertos del norte central de Chile que son influenciados por lluvias invernales (Myers, 1990). Este estudio también demostró que las áreas de alta diversidad silvestre en Chile, tienen también los niveles más bajos de protección (de 300.000 km2 del hábitat original, 90.000 km2 permanecen en estado natural y de éste, sólo 9.167 km2 están protegidos dentro del Sistema Nacional de Áreas Silvestres Protegidas del Estado (SNASPE).

Desafíos Actuales en Chile

Chile tiene escasas empresas que se especialicen en estudios científicos relacionados con la conservación y uso sustentable de la flora y fauna silvestre nativa. El foco de esta nueva iniciativa empresarial se centra en reunir a los mejores especialistas del país en cada una de las distintas disciplinas en estudio. Aplicando estudios basados en métodos científicos de punta para la obtención de información relevante para los distintos estudios, en áreas tan disímiles como líneas base, desarrollo de planes de manejo de fauna silvestre o iniciativas de conservación.

Tanto instituciones chilenas como científicos han hecho importantes contribuciones recopilando datos de biodiversidad e información sobre el estado de conservación de especies nativas. Aunque ha habido importantes sistemas de información geográfica, desarrollados por organizaciones públicas y privadas, éstas no están conectadas y por lo tanto no se han enfocado en los temas de conservación en amplia escala. Una vez que las áreas claves de la biodiversidad hayan sido reconocidas y acordadas, el establecimiento de estudios de investigación a largo plazo en estas áreas ayudaría significativamente en su manejo y conservación. Nosotros proponemos que la amplia conservación de la biodiversidad chilena se beneficiaría por medio de un sistema coordinado de centros de estudios localizados a través de las áreas claves, donde tengan participación tanto entidades gubernamentales como empresas privadas. Éstas serían usadas para el establecimiento de sitios de capacitación de investigación, publicidad, creación de fondos, y conservación de especies claves y ecosistemas a largo plazo. El desarrollo de la recopilación científica coordinada de datos asistiría, en gran medida, el esfuerzo de conservación chilena y, aún más, proveería herramientas para evaluar esfuerzos futuros, y para el manejo y protección de estos recursos críticos.